(315 ) 5148885

centropsicopedagogicocrecer@gmail.com

Metodologías aprendizaje lingüístico para niños

Con la ejecución de este artículo educativo y didáctico sobre el lenguaje oral, desde el Centro Psicopedagógico CRECER, se tuvo como propósito hacer un planteamiento didáctico, justificando su importancia dentro del acceso inicial a la lecto escritura debido que al nivel de comprensión y expresión verbal del niño/a, resulta determinante para su desarrollo personal, integración social y futuro éxito escolar.

¿Dentro de la competencia lingüística  es el lenguaje oral la actividad prioritaria en el aula infantil y la música su medio?

-La competencia lingüística es clave para el desarrollo integral. El lenguaje es vía de aprendizaje, de expresión y comunicación, dé autorregulación personal, de relación con los otros. Es imprescindible para la integración social y el desenvolvimiento en las diversas esferas de la vida.

Esta, implica a toda persona en su dimensión psicomotriz, expresiva, cognitiva, afectiva, relacional.

Por medio del mismo, se interioriza y se reconstruye el conocimiento, se expresan sentimientos, deseos, se propone, se argumenta y se defienden ideas.

Desde la metodología hay que asumir que en el aula infantil todo es lenguaje. Expresarse por medio de la palabra es para niños/as una necesidad imperiosa .Debe ser la actividad prioritaria en el aula y para ello, hay que refutar la concepción tradicional de que el niño/a debe estar callado/a

Para escuchar y aprender (Avalos, M.E:2008)

El  acceso al lenguaje escrito, lectura y escritura supone  un paso más del que no se puede privar a los niños /as, pero no es un objetivo prioritario en esta etapa; su inicio a estas técnicas instrumentales en educación infantil, está subordinado al lenguaje oral.

Dentro de los objetivos generales de educación infantil, el desarrollo de la expresión oral es un aspecto fundamental porque va a ser la base sobre la que se cimienta el aprendizaje lectoescritor. El dominio de éste, es una condición básica para dominar la lengua escrita, de manera, que una deficiencia en la primera: pobreza de léxico, mala articulación, problemas de fluidez, etcétera, acaba reflejándose en la segunda.

De acuerdo con el diseño curricular infantil, todo lo que implique que el niño/a construya sus cogniciones sobre el lenguaje oral, desarrollando su competencia lingüística, o reflexionando sobre sus segmentos mínimos como son los fonos, va a favorecer una mejor adquisición de la lectoescritura; puesto que solo va a tener que descubrir unos segmentos gráficos, los grafemas con los que trabajo próximamente a nivel oral.

El lenguaje oral es también modelo de comunicación y representación; a través de este, expresa sentimientos, ideas, pensamientos y recibe mensajes de los demás.

-Se define como una representación interna de la realidad que se construye a través de un medio de comunicación aceptado socialmente.

  • Su desarrollo es el siguiente aproximadamente:
  1. periodo pre verbal, existen contactos oculares, sonrisas, reacciones, o diversos estímulos visuales, y auditivos, que se dan a los dos meses.
  2. Adquisición de aspectos formales: Desde el año y medio a los seis años se produce la etapa fonológica.
  3. Entre el año y medio y los dos años, combina las palabras para formar frases, calificar objetos e indicar acciones.
  4. Entre los dos años y medio y los tres y medio, usa artículo, formas del verbo ser.
  5. Entre los 4 y 5 años, aumenta la longitud de las frases, utiliza pronombres reflexivos, proposiciones, conjunciones, infinitivos.
  6. Entre los 5 y 7 años, se desarrollan las reglas de formación del plural, comparativos, tiempos verbales, reglas sintácticas, etc.
  7. Entre los 7 y 11 años, se facilitan los procesos de memorización, solución de problemas, toma de perspectiva, interacciones personales.
  • Como requisito previo para mejorar la expresión oral, hay que desarrollarla con la escucha, destreza que requiere concentración, atención y toma de decisiones. El maestro/a debe vigilar que el niño/a este atento/a, no sólo a escuchar a sus compañeras o compañeros cuando hablan sino a discriminar auditivamente los sonidos y ruidos del entorno; a escuchar cuentos, a interpretar las escenas que se presentan.
  1. A través de esta habilidad, ellos o ellas desarrollan la capacidad de discriminar tanto a nivel morfosintáctico, como en el plano morfo semántico.
  • En este fenómeno del lenguaje oral, concurren dos procesos inseparables: la comprensión y la expresión. Se realiza la comprensión cuando el niño/a es receptor/a del mensaje, lo descifra, decodifica. Se realiza la expresión cuando este (el niño) emite el mensaje, utiliza un código, codifica.
  • El centro educativo es un medio idóneo para compensar las conductas lingüísticas, desfavorecidas por el ambiente. En este ámbito de la compresión y expresión oral, se incluyen propuestas de actividades y juegos relacionados con el aspecto fonético y articulatorio, aspecto comprensivo y aspecto motivacional.
  • En revisiones realizadas en la última década sobre investigaciones que enfatizan trabajar con aspectos lingüísticos para el aprendizaje de la lectoescritura, se aprecia una crítica hacia el desarrollo único de las habilidades neuro-perspectivo-motrices, incidiendo en que el aprendizaje de la lectoescritura de debe fundamentar en el desarrollo óptimo del lenguaje oral, tanto comprensivo como expresivamente; además en potenciar el desarrollo de habilidades lingüísticas y metalingüísticas, porque a pesar de las diferencias establecidas entre el lenguaje oral y el lenguaje escrito, no se puede establecer un corte radical entre ambos tipos de lenguaje, se debe pensar, en la existencia de un movimiento continuo y reciproco de los dos.
  • Gartón y Prat (1989) establecen entre ambos tipos de lenguaje: Por un lado, que el desarrollo del lenguaje escrito, está ligado al lenguaje oral, ya que este, es una adquisición del segundo orden basado en el lenguaje oral; por otro lado, que el aprendizaje de la lectoescritura depende en gran medida del conocimiento previo que se posee sobre el lenguaje oral. Y otro argumento que presentan los autores ya citados consiste en determinar el desarrollo de la conciencia metalingüística como eje central para el acceso a la lectoescritura.
  • Molina (1991) acerca del tema expresa:” Pretender comenzar el lenguaje escrito sin apoyarse en el dominio del lenguaje oral, es un contrasentido que además se olvida el papel regulador que el lenguaje oral posee en el comportamiento cognitivo.” El autor adiciona también que al niño le resulta muy difícil integrar significaciones del lenguaje escrito sin referirlas a las palabras y a los fonemas del lenguaje hablado que le sirven de soporte.
  • Desde el Centro Psicopedagógico Crecer y dentro del ámbito del lenguaje, para la producción de esté artículo, dos han sido los motivos fundamentales.
  1. Competencia lingüística.
  2. Conocimiento meta lingüístico.

Los que se explican así: Primero la competencia lingüística abarca el dominio del lenguaje oral a nivel expresivo y receptivo, habilidades, estas relacionadas con todos los aspectos del proceso lector. Slingerland (1979) considera como proceso previo al inicio lectoescritor y como preventiva de dificultades específicas de aprendizaje un entrenamiento de las habilidades de expresión y compresión del lenguaje.

Segundo: El conocimiento metalingüístico se define como segmentación lingüística o aptitud del niño/a para segmentar palabras en oraciones (conciencia léxica), las silabas en palabras (conciencia silábica, o los fonemas en las palabras (conciencia fonológica) , todo esto porque el aprendizaje de la lectoescritura exige emparejar unidades sonoras con gráficos y es necesario que el niño/a desarrolle esta habilidad para tener conciencia de la estructura de la lengua (que el habla se compone de segmentos lingüísticos ).

Son objetivos del proceso enseñanza-aprendizaje para el acceso a la lectoescritura referidos al desarrollo de la expresión oral. Reconocer y comprender significados de los conceptos básicos de cantidad, espacio, tiempo. Repetir series de palabras, números, ritmos, pequeñas poesías, refranes, etc., luego de haberlos escuchado. Comprender y realizar órdenes sencillas, con una o varias acciones sucesivas. Pronunciar correctamente los fonemas aislados y las silabas directas, inversas, sinfones, en las palabras o aisladamente. Pronunciar correctamente las palabras difíciles, aumentar el vocabulario en nuevas palabras; expresar oralmente sus vivencias, ideas y opiniones, contestar t expresar coherentemente con frases bien estructuradas e ideas ordenadas. Desarrollar la competencia semántica y desarrollar la capacidad de segmentación lingüística.

Las actividades para trabajar los objetivos indicados, deben plantearse en torno al juego, donde pueda caber toda clase y grupos reducidos de niños/as necesitados/as.

  • A continuación y como ilustración en este apartado, se sugieren varias actividades para el desarrollo de la segmentación lingüística:
  1. Reconocimiento dentro de una palabra, de un fonema que ha sido especificado previamente.
  2. El reconocimiento del sonido inicial, medio o final de una palabra que coincide con otra palabra.
  3. Reconocimiento de rimas.
  4. Pronunciación de un fonema que ocupa un lugar determinado en una palabra.
  5. Articulación de todos los sonidos de una palabra en un orden lógico.
  6. Contar los fonemas que contiene la palabra.
  7. Ante una secuencia de sonidos del habla presentados de forma aislada, reconocer la palabra que se forma con ellos.
  8. Reproducción de algunos fonemas que se omiten en las palabras; sustitución de unos fonemas por otros en las palabras.

Se ha pensado desde CRECER, en aprovechar la música como medio excepcional para desarrollar la expresión y comunicación; esta, por un lado fomenta la creatividad, por otro, favorece los procesos afectivo-emocionales, comportamentales y de interacción social.

Se hace una justificación clara de la propuesta en el uso educativo de la música porque:

  • La música se puede utilizar como herramienta de intervención educativa y terapéutica; esta, también es arte y por ello desarrolla la creatividad, entendiendo por esta última, la creatividad comunicacional, esto es, algo que surge para la interacción social. Porque también, esta influye en el niño/a con necesidades educativas especiales desde el punto de vista fisiológicos, por ejemplo ayudando a la percepción auditiva (intensidad, tono, timbre). Ayudando en el aspecto psicológico porque permite al educador/a acceder a sentimientos, emociones, necesidades, deseos del niño/a y a este/a, a expresarlos con naturalidad. Los programas que tienen su intervención a través de la música, previenen déficits, corrigen defectos, facilitan el desarrollo y perfeccionamiento de las habilidades lingüísticas, potencian procesos mentales para adquirir conocimientos: Atención, memoria, razonamiento lógico, procesos de percepción, clasificación, asociación, análisis y síntesis.
  • Se recomienda además, aprovechar las poesías y canciones infantiles para el desarrollo de esta habilidad lingüística y comunicativa puesto que son formas de acercar al niño/a con trastornos del lenguaje, habla y comunicación: Afasias, tartamudeos, disfemias a entenderse con el ser humano como necesidad vital para comprender el mundo.

Desde esta área, el lenguaje oral que es uno de los componentes que se desarrolla en el proceso de acceso inicial a la lectoescritura, se deben buscar textos populares y de autor de una variada antología de autores latinoamericanos y españoles pensados como canon posible para recrear la comunicación lingüística (comprensión y expresión oral).

  • Son materiales utilizables y fuentes para estos fines:
    • Educación lúdica, de Pablo Nunes, San Pablo (1998), contiene un capítulo de juegos para la expresión oral; Juegos de palabras y Ludo-lingüística de Jose Garfer y C. Fernandez, contiene material de lenguaje oral muy ameno para desarrollar habilidades lingüísticas y prevenir dificultades de comprensión y expresión oral.
  • Se complementa este banco de recursos para la comprensión y expresión oral con los juegos siguientes: Objetos sonoros, juegos fonéticos, juegos de silabas, retahílas, rimas, frases enlazadas, refranes, adivinanzas, trabalenguas, cuentos incompletos, transmisión de mensajes, juegos de imágenes, etc.

Como instrumentos de evaluación se pueden emplear las mismas estrategias que se usan para evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje de los niños/a; también la observación sistemática  de las destrezas, valores y participación.

Se pueden combinar varios estilos metodológicos:

  • Metodología activa, porque el taller implica acción, entre todos hacen y el hacer va creando.
  • Metodología participativa, porque el taller necesita la implicación de cada participante.
  • Metodología individualizada, que consiste en colocar a cada participante en un programa que respete su anterior proceso, que corresponde a sus necesidades y que pueda aportar y el grupo le aporte.
  • Metodología lúdica, donde se coloque al niño/a en situación de distensión, sin sensaciones de ansiedad, además porque el juego es puerta de estímulo a la creatividad, la expresión y la originalidad, que se conviene en fin en sí mismo.

Fuente: Alba Lucía Gómez H.

Para mayor información te puedes poner en contacto en:

Teléfono: 474-71-92

Celular: (315 )514- 88-85.

https://www.facebook.com/centropsicopedagogicocrecercol/